martes, 30 de abril de 2013

Color sepia


Aspiraba a ser una buena chica,  en su época de estudiante rendía al máximo y sacaba buenas notas. En casa ayudaba en los quehaceres del día a día. Era obediente, y poco o casi nada egoísta  No conoció la envidia. Pero se dio de bruces con la vida y ésta la dañó, lo pero de todo es que no supo como curar las heridas. De obediente pasó a ser permisiva. Un error. Uno de tantos errores cometidos a lo largo de los años. A día de hoy la cuenta de resultados no le satisface pues observa que la balanza no está todo lo equilibrada que debería. No logró sus propósitos. No  culpa a nadie del fracaso. No hay culpables, nunca los hay. Hay responsables. Así que no fue buena chica, ni buena hija, tampoco buena esposa. En cuanto a ser  buena madre tiene sus  dudas. El tiempo es incansable y sigue poniéndola a prueba, ella  quiere vivir en calma, que la dejen  ser. Si tiene tiempo y ganas quizá  vaya en busca de la primera mirada, o simplemente se contentará imaginando que cuando deje este mundo alguien le recuerde y algunos pocos la nombrarán. Quizá sin ella saberlo permanecerá la memoria de alguien. El tiempo lo dirá. A ella todo eso poco le importa. Ya no.
Fotografía Hugo Erfurth

4 comentarios:

  1. Es muy difícil ser una buena chica. A poco que se descuide intentarán aprovecharse. No todo el mundo sabe apreciar a las buenas chicas.
    Salu2.

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  2. Oh, demasiada melancolía en tiempo pasado, presente y futuro. El fracaso nunca es definitivo. No sirve de nada juzgarse con los ojos de los otros. El mundo está ahí afuera esperándonos todos los días, no hay que hacer que espere, hay que matar eso que llaman vida interior y salir a vivir, si no todo carece de sentido. Dile a la chica que cambie de color, el sepia no va bien. Es triste, una historia muy triste.

    Abrazos

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  3. En algún punto de la vida, cuando se ha recorrido suficiente camino para mirar atrás con profundidad, todos nos hacemos las mismas preguntas.
    Apretar el paso detrás de una mirada, me parece bien. Esperar que nos recuerden después de muertos, me parece inútil.
    Besos.

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