martes, 2 de noviembre de 2010

Carta de Alessandro

El otro día recibí una carta muy hermosa, una carta como las que se escribían antes, la ha escrito Aless, y yo le he pedido permiso para ponerla aquí para compartirla con todos aquellos que como a mi les encanta la magia que encierra recibir y escribir cartas.
Gracias Alessandro



Querida capitana:

En esta singladura del mar de la vida las olas y la deriva me han llevado hasta ti como un seguro puerto apto para el atraque de aventuras literarias y conocimientos.

Siempre la vida es como un viaje. Pasamos y andamos a través de los años, buscando aventuras, como aquel triste caballero de la Mancha, porque nosotros no queremos conformarnos con estar en el mismo lugar. En el fondo somos nómadas del espíritu , y exploramos horizontes cada vez más peligrosos y arriesgados.
Al encontrarte durante este periplo y cruzarse nuestros barcos vi que llevabas como bandera en tu pabellón los mundos literarios tejidos con la hermosura y belleza de las palabras.

Como grumete aficionado te pedí permiso a ti, capitana de la nave, para subir a bordo. Allí me enseñaste tu puente de mando y gusté de los verbos más hermosos que una navegante solitaria, aunque no sola, arrojó al mar de la vida. Eran dichos de amor y de desamor, de tristeza y de esperanza, de alegría y de pesar.
Imagino que en el piélago de tu alma, habrá una isla donde guardas los tesoros más codiciosos y delicados, las perlas finas, por las que cruzamos este mar infinito, llevando nuestra nave, tantas veces a la deriva, con tal de arribar al país amado y no olvidado.

Sostengo además, seguro que a ti también te sucede, que en nuestra alma necesitamos escaparnos y preparar travesías por los mares maravillosos y desconocidos de la aventura literaria.
Creo, querida capitana, que nosotros estamos deseando salir de la desgana, de la monotonía , del día totalmente plano que los trabajos y los días nos van tendiendo.

Por eso tomamos en nuestra mano el timón de la imaginación y contamos a los demás las verdades de las mentiras, porque lo imaginario, lo literario es más real y denso que lo ordinario.
Este es nuestro cuaderno de bitácora, nuestro blog sentimental, en el que vamos anotando las cifras de nuestra historia en busca de eternidad.

Qué mejor consuelo y dicha para nuestro ser que el poder compartir nuestras vivencias diarias para los que vivimos en distintas orillas de este pequeño charco, cuya agua separa estas dos tierras tan queridas, pero que el idioma vuelve unir armónicamente como un regalo de los dioses.
Porque tu sabes, capitana, igual que yo, que el español, tiene la fuerza de arrastrar todos los océanos hacia nuestros barcos, mientras bebemos a bibliotecas llenas las bellas páginas que tantos han escrito.
Durante las galernas, huracanes y tormentas de nuestra navegación, que dejan varadas nuestras mentes, siempre aparecen, como faro en medio de la noche, las frases bellas y acertadas que son bálsamo para nuestra procelosa travesía.

Por todos los que han sido, fueron y serán. Por los que utilizaron los mundos imaginarios de nuestro ser, levantemos la copa, y brindemos con ron añejo, cual corsarios de otros tiempos, para que la tripulación de nuestra nave vaya creciendo, mientras nos miramos de una ribera a otra.
Gracias por tu ancla plantada al lado de mi humilde bajel.
A tu orden capitana.
Tu fiel grumete.
Alesssandro



">

10 comentarios:

  1. Bonita carta te han enviado, MÁDISON.
    Salu2

    ResponderEliminar
  2. Gracias por compartir esta carta, Madison y Alesssandro.

    "Por todos los que han sido, fueron y serán. Por los que utilizaron los mundos imaginarios de nuestro ser, levantemos la copa, y brindemos con ron añejo, cual corsarios de otros tiempos, para que la tripulación de nuestra nave vaya creciendo, mientras nos miramos de una ribera a otra".

    ¡Me uno al brindis!

    Buen día, Madison. Un abrazo grande, grande.

    ResponderEliminar
  3. Estupenda carta.Narrada con mucha belleza.

    Y ese Raimon,genial

    Saludos

    ResponderEliminar
  4. Ni recuerdo cuando fue la última vez que llegó a casa una carta "de las de antes", nada comercial ni oficial ni cosa parecida, una carta de las que empezaban por "Querido tal, te escribo estas líneas para saber de ti, como te encuentras, etc, etc....". No lo recuerdo pero de diez años no baja. Qué nostálgico me he puesto.

    Besitos, Madi.

    ResponderEliminar
  5. excelente post, bipersonal. gracias por compartirlo.
    un abrazo

    ResponderEliminar
  6. Qué cantidad de cosas bonitas te han dicho. Y además son verdades como puños.
    Yo no añado nada más.
    Bueno, sí, que quedo también a tus órdenes, mi capitana.

    ResponderEliminar
  7. En 20 años, creo que solo recibí una carta... plagada de mentiras.
    Esta tuya meniña, es una preciosidad. Guárdala como un tesoro, yo lo haría.
    Y mi enhorabuena a Alessandro por tan bella forma de narrar.

    ResponderEliminar
  8. "Cosa que ya no sucede" dices en Cita de Madison. A veces sí, y son estas cartas como milagros cotidianos. Me das envidia (de la sana, claro). Ahora se reciben, es otro estilo, emails con su carga epistolar, de alguna manera la escritura la hemos recuperado.
    Besos

    ResponderEliminar
  9. Hermosísima carta. Me encanta lo de nómadas del espíritu, y me gustaría ser un polizón dentro de ese barca tan maravilloso que por lo visto, existe ;)

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. También yo levanto mi copa y brindo, por todos ellos y porque esta oportunidad que nos has dado es ciberespacio siga acercándonos en las letras.
    Una carta muy hermosa.
    Un placer venir a leer y escuchar música.
    Saludos.

    ResponderEliminar