lunes, 8 de marzo de 2010

Lluvia


A estas horas de la tarde me encuentro en casa, escucho el ruido de las gotas que chocan contra los cristales de la ventana del salón ; dejo el libro que estoy leyendo sobre la mesita que tengo al lado, junto a la lamparita y la taza de café con leche. Me levanto despacio al mismo tiempo que retiro de mi falda la mantita color crudo que tengo destinada al uso de lectura-sofá-mantita. Me dirijo hasta la ventana, apoyo las manos en los cristales, noto que están helados, separo los visillos, afuera, caen enormes y frías gotas de agua y al mismo tiempo pequeños copos de nieve, el cielo está de color plomado.

Observo la calle, no hay nadie, solo pasa algún coche pero muy de tanto en tanto, sigo observando y quedo pensativa. Mi pensamiento está en otra a parte, a kilómetros de esta habitación en la que me encuentro ahora.

Y mientras miro como llueve, pienso en qué tiene la lluvia para que siempre la vincule con sentimientos de romanticismo. La verdad es que no creo que tenga nada de romántica, la lluvia es un engorro, llueve y se entorpece todo, retraso en trenes, cortes de electricidad, por no hablar de que todo queda hecho un asco.

Pero aún así, me gusta la lluvia, porque me hace pensar en ti. Y pensar en ti me hace sentir bien.

Imagino una escena, y como únicos protagonistas además de la lluvia, tú y yo.

Y ya sabes, me gusta ovillarme en el sofá, con una mala postura como bien dices, las piernas dobladas de cualquier forma, tú a mi lado, me acurruco en ti y te susurro cosas que ya sabes pero que te gusta oír una y mil veces más, porque se trata de nuestras cosas. Y entonces el mundo se detiene y quedamos solos tu y yo. Yo me quedo contigo porque eres mi mundo. Tú decides quedarte conmigo porque soy tu mundo.

Y por unas horas nos convertimos en adolescentes,y comemos palomitas, me gustan las de colores, las azúcar. Los dedos me quedan algo pegajosos, los labios también pero tu me besas y cuando lo haces, todo se derrite El azúcar se derrite. Yo me derrito. Quizá por eso me gusta la lluvia.


16 comentarios:

  1. Te derrites porque eres dulce como tu escritura, como un terrón de azúcar, como una golosina. La lluvia estropea muchos planes, pero cuánto nos da por dentro al mirarla desde la ventana.

    Un abrazo, Madison.

    Jorge Andreu

    ResponderEliminar
  2. Mientras cae la lluvia tu te derrites mientras te besa, ¿que sentirá él?

    http://www.youtube.com/watch?v=zEX8mv864-0

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Espero que deje de llover antes de que te derritas definitivamente. Para que puedas escribir lo que te dicte la próxima lluvia.

    ResponderEliminar
  4. A mi me gusta esa lluvia invernal de Domingos en el sofá y al calor del hogar...
    otra cosa es la lluvia del trabajo, del trafico, de los dias de entre semana, y este año ya es más q suficiente, quien iba a decir q tendriamos q soltar agua de los pantanos q están a tope y los rios desbordados... uf
    besos

    ResponderEliminar
  5. A mí no me gusta la lluvia, pero sí tus palabras.

    ResponderEliminar
  6. La lluvia nos provoca hermosas sensaciones y evocaciones. Lo mejor, lo que narras y cómo lo narras: esa calidez, esa imagen que adoro de la lluvia al otro lado de los cristales mientras una observa desde dentro.
    Besos dulces.

    ResponderEliminar
  7. Jorge, definitivamente me ves con muy buenos ojos.
    Gracias!

    ResponderEliminar
  8. Gaviero, ayer escuché la canción.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. Blanco, el día se ha despertado espléndido, hace frío pero un sol maravilloso.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. Suso, la naturaleza a veces se enfada de tanta extravagancia humana.

    ResponderEliminar
  11. Isabel siempre tienes una respuesta amable para mi, muchas gracias
    Un beso

    ResponderEliminar
  12. A mí sí me gusta la lluvia, pero también me gusta el sol. Acurrucarme y también pasear de la mano. Decía un amigo que quien ha besado una vez bajo la lluvia, jamás la volverá a ver con malos ojos. Y estoy de acuerdo.
    Una única pega: a mí me gustan más las palomitas saladas. Por lo demás, de acuerdo en todo.

    Besos.

    ResponderEliminar
  13. Juan Antonio, sentir como el sol descansa sobre mi rostro mientras mantengo los ojos cerrados es uno de los mayores placeres, sobre todo en días como el de hoy, porque el sol tras un dia de lluvia brilla mucho más.

    Y bueno, la chispa de la vida está en combinar dulce con salado.
    Un abrazo y gracias por pasarte

    ResponderEliminar