martes, 6 de octubre de 2009

Un hombre afortunado


























A Sassall le influyeron mucho de niño los libros de Conrad.
Contra el aburrimiento y la complaciencia de la vida de la clase media inglesa en tierra firme, Conrad e ofrecía lo "inimaginable", cuyo instrumento era el mar.
La poesía que se le ofrecía, sin embargo, no era amanerada o poco viril; muy al contrario, los únicos hombres que se podían enfrentar a lo inimaginable eran duros, taciturnos, mesurados y tenían un aspecto del todo normal.
La cualidad contra la que Conrad previene constantemente es al mismo tiempo la cualidad a la que apela: la imaginación. Se diría que el mar es el símbolo de esta contradicción.
El mar apela a la imaginación, pués conduce al temor y al aislamiento.


Un Hombre Afortunado.
Jonh Berger

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