domingo, 28 de junio de 2009

Llanto por tí.

¿Por qué durante años nuestros ojos están limpios y secos
y en un solo crepúsculo se enturbian de llanto?
(Mario Benedetti)


¿Recuerdas cuánto nos reíamos cuando me abrazabas? No sólo era por la felicidad de estar juntos, es que siempre te olvidabas de que eras grande y fuerte y tus brazos me estrujaban hasta hacerme desaparecer entre ellos. Yo te decía: “para abuelo, que me haces daño”, y tú me mirabas y contestabas: “los abrazos no hacen daño”. ¡Qué razón tenías! Los abrazos no hacen daño, es la ausencia de ellos lo que duele.

¡Qué no daría por volver a sentir tus brazos rodeando mi cuerpo de nuevo y poder acurrucarme entre tu pecho! ¡Lo que yo daría por volver a ponerme de puntillas para poder colgarme de tu cuello y besarte mil veces! ¡Cómo extraño esos momentos, sólo nuestros, cuando nos sentábamos juntos y sentía tu enorme, trabajada y cálida mano sobre la mía, y tú me contabas esas cosas que sólo cuentan los abuelos! ¡Cómo añoro tu mirada, tus carcajadas, tu voz potente, tus caricias, tus pasos, tu olor…! ¡Cómo te añoro a ti, mi abuelo!

Abuelo, dime, ¿Cómo hago para arrancarme esta tristeza? ¿Cómo hago para que no broten las lágrimas cuando pienso en ti? ¿Por qué esa foto que hay sobre mi mesa, y que siempre me hizo sonreír con ternura, me hace ahora llorar?

En el trocito que te has llevado de mi corazón están todos los besos y los abrazos que sólo a ti pertenecen. Si no te importa, tu amor me lo quedo yo aquí, lo necesito para no olvidarte, para recordarte, para soñarte, para no olvidar cómo sentir.

Te quiero y sé que me quieres. Yo soy tu nietuca y tú mi abuelo. Jamás la vida me dio ni me dará mayor regalo.

Un besuco abuelo.

Jirones de vida


Vamos perdiendo la vida a jirones, no somos conscientes de su finitud, es un bien escaso, y parece que nos empeñamos en dilapidarla en cosas absurdas; nos enzarzamos en discusiones vanas y sin sentido, nos fijamos unas metas que no nos conducen a ningún sitio. Sólo apreciamos y valoramos lo que obtenemos cuando lo perdemos o estamos a punto de hacerlo, sea salud, familia, amigos o lo que sea. Pero mientras esto no sucede seguimos estropeando cariños, relaciones, disfrutes...


Y nos cuesta darnos cuenta, cuidar nuestros sueños, gozar de las cosas más insignificantes, y a la vez las más hermosas, pasear, conversar, mirarse a los ojos, sentir junto a alguien, tocarnos, no tener miedo a hablar, a expresar nuestros sentimientos. Es curioso, mucha gente sólo abre su corazón, sus deseos, sus sueños, sus espacios interiores, a otra persona que sabemos no volveremos a ver, con la que simplemente hemos coincidido en un momento puntual.


Hay que vivir, y no ir perdiendo lo poco o mucho que tenemos cada uno. Y compartirlo.

sábado, 27 de junio de 2009

Desconocido a conocido




















Existen esos momentos en  qué no se cómo expresar lo que siento.

Existen momentos en los que entre lo que digo y lo que pienso lo separa un abismo.

Ahora, me pregunto...¿en qué momento dejaste de ser un desconocido para pasar a formar parte de mi vida?
¿Cuándo fué que sin darme cuenta te abrí la puerta para que entraras?
¿Por qué desde ese día decidiste instalarte a mi lado?

lunes, 22 de junio de 2009

La Nariz





Muy señora mía, Alexandra Grigórievna:

No alcanzo a comprender tan extraño proceder por parte suya. Tenga la seguridad de que, obrando de este modo, no ganará usted nada ni me obligará en modo alguno a casarme con su hija. Crea usted que me hallo perfectamente enterado de la historia de mi nariz como también de que usted y nadie más que usted ha sido la principal causante de ella. El súbito desprendimiento, la fuga y el disfraz de mi apéndice nasal, apareciendo primero bajo el aspecto de un funcionario y luego con el suyo propio, no son ni más ni menos que consecuencia de las hechicerías practicadas por usted o por quienes se ejercitan en menesteres tan nobles como los suyos. Por mi parte, considero deber mío advertirle que si el susodicho apéndice no se reintegra hoy mismo a su sitio, me veré en la obligación de apelar a la defensa y la protección de las leyes. Por lo demás, con todos mis respetos, tengo el honor de quedar de usted, seguro servidor

Platón Kovaliov.

Muy señor mío, Platón Kuzmich:

Su carta me ha dejado sumamente sorprendida. Le confieso a usted con toda sinceridad que nunca esperé nada parecido y menos aún lo referente a los injustos reproches de usted. Pongo en su conocimiento que jamás he recibido en mi casa, ni con disfraz ni bajo su aspecto propio, al funcionario a quien usted alude. No niego que me ha visitado Filipp Ivánovich Potánchikov. Pero, aunque él aspiraba, es cierto, a la mano de mi hija -y tratándose de una persona de conducta buena y sobria, así como de muchos estudios-, yo nunca le he dado la menor esperanza. También menciona usted la nariz. Si con ello quiere dar a entender que yo me proponía dejarle con tres cuartas de narices, o sea, darle una negativa rotunda, me sorprende que sea usted quien lo diga, sabiendo como sabe que mi intención es muy otra y que si usted se compromete ahora mismo y en debida forma con mi hija, yo estoy dispuesta a acceder sin dilación, pues tal ha sido siempre el objeto de mis más fervientes deseos, en espera de lo cual quedo siempre al servicio de usted Alexandra Podtóchina.

La Nariz.-Nikolai Gógol

sábado, 20 de junio de 2009

Vicente Ferrer



Hace tiempo escuché una entrevista en canal33. Fué un poco por casualidad, ese día me sentía un poco abatida por alguna tontería que ahora no viene al caso.

Lo que si recuerdo es cómo quedé paralizada ante la pantalla observando y escuchando tanta sabidura, tanto derroche de sencillez y humildad.

Escuché respuestas sencillas y lúcidas. Recuerdo algunas de ellas y me gustaría dejarlas aquí, aunque no son literales, las escribo de memoria.

Por ejemplo, recuerdo que a la pregunta sobre el premio nóbel dijo que no lo quería, pués sería un engorro.

Habló también sobre lo necesario que es un manicomio...pero hubo una que fué la que más recuerdo, era sobre su muerte.

El respondió que no quería que lo recordaran cuando estuviera muerto, sonriendo decía que mejor que lo dejaran en paz, pués allí donde estuviera volvería a hacer otra fundación Vicente Ferrer.

Pero señor Ferrer, eso que pide es un imposble, cómo no se le va a recordar, cómo no tener presente día a día que dedicó su vida a hacer posible lo imposible.

Cualquier persona con un ápice de sensibilidad le vamos a recordar eternamente.

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viernes, 19 de junio de 2009



Señor Baroja: ¡Qué mal se las maneja usted con la fama! Yo creo que es la suspicacia de los vascongados.

Si se va por Castilla, por Andalucía, por Valencia o por Galicia, y se acerca a una casa de campo, la gente le mira a uno con cierta curiosidad, y si se le pregunta algo, contesta y le gusta hablar con el curioso; pero en las provincias vascongadas, el hombre o la mujer del caserío sale con alarma a mirar al que llega y da la impresión de que piensa: ¿A qué vendrá aquí este? ¿Querrá subirnos la contribución o llevarnos las manzanas?

A usted le pasa lo mismo. Sin duda, cree que, si se habla de usted, es para quitarle algo. ¿Qué quería usted? ¿Qué no hubiera más que un coro de elogios para usted? Entonces se quejaría usted también.

Supongo que usted piensa que ha puesto el índice a su vida.
Esto me parece una imprudencia, porque, porque muchas veces, cuando más seguro se está de que ya no le pasará a una persona nada, es cuando le pasa algo.


C.N.

Desde la última vuelta del camino III.-Pio Baroja

martes, 16 de junio de 2009

El sofa






Estoy sentada en el sofá, con las piernas formo una especie de ovillo.

Hay brisa nocturna.

Emocionalmente me siento algo alborotada.

Caigo en la cuenta de que hoy no he comido. Las horas que son y no he tomado alimento alguno.

De vez en cuando voy levantando muy lentamente la cabeza y me pregunto, ¿porqué me siento asustada?No me atrevo a deshacer este ovillo, así, en mi sofá, me siento segura.

No. Tras meditar un rato, llego a la conclusión de que es mejor no aventurarme. Tanta inmensidad me abrumaEmpiezo a sentir frío.

lunes, 15 de junio de 2009

Travesía


Después del fin de semana en el puerto descansando, volvemos a iniciar travesía. Partimos apenas pasada la tormenta, bajo un cielo aún gris, en cierta medida opresivo, pero según transcurre la jornada el cielo va abriendo, asoma el sol, primero tímidamente, para enseguida cobrar toda su fuerza y hacernos buscar refugio bajo la toldilla.

Ya al caer la tarde me siento en cubierta y contemplo lo que me rodea, como siempre acabo fijando la mirada en el sol para asistir a su hundimiento en el horizonte del mar, un espectáculo que a pesar de haber contemplado miles de veces siempre me produce una sensación innenarrable.

Y de pronto, desde la cabina, surgen las notas del violonchelo que me llevan a cerrar los ojos y dejarme abrazar por la melodía. Mi mente vaga a miles de kilómetros y vuelo a tu lado.


Lo irrepetible



























Terminará. Y cada uno de nosotoros encontrará un nuevo camino.

Nuevos brazos que nos cubran cuando estemos necesitados.

Nuevos labios que sacien nuestra sed.

Nueva música que sepamos descifrar

Pero hay cosas que por mucho tiempo que transcurra, por miles de kilometros que nos separen no volveremos a encontrar en otra persona.

Tonos de voz, palabras encontradas, letras descifradas. Susurros compartidos.

En la vida hay cosas que quedan por lo siglos.

domingo, 14 de junio de 2009

U puñado de polvo


Tony querido,
Siento haber escrito sin haber llamado, pero es que he estado muy ocupada con lo del bimetalismo: es complicadísimo.Iré el sábado, otra vez con Polly. Es buena señal que venga por segunda vez: Lyonesse no debe ser tan terrible como la mayoría de otras alcobas.También vendrá una chica encantadora, llamada Jenny Abdul Akbar, con la que he hecho amistad y a la que hemos de tratar bien. Vive en uno de estos apartamentos y ha tenido una vida terrible. No es negra, pero está casada con un negro. Ya te lo contará ella. Llegará en el tren de 3.18, me imagino.Ahora tengo que cortar para ir a clase.No vayas a caer en la bebida, ¿eh?Besos, BrendaAnoche vi a Jock en café de parís con una rubia descarada. ¿Quién será?Gin, no, Dijin (¿cómo se llama?), tiene reumatismo y Marjorie está muy irritada. Cree que se le ha dislocado la pelvis y Cruttwell no quiere ocuparse de él, cosa bastante infame, teniendo en cuenta todos los clientes que ella le ha llevado.Querido TonyNo voy a volver a Hetton. Grimshawe puede empaquetar todo y traérmelo al apartamento. Después no la necesitaré más.Supongo que habrás comprendido desde hace algún tiempo que las cosas iban mal.Estoy enamorada de John Andrew y quiero divorciarme y casarme con él. Si John Andrew no hubiera muerto podría haber sido de otro modo. O lo puedo asegurar. Así las cosas, no puedo, sencillamente, volver a empezar. Por favor, no te atormentes demasiado. Supongo que, mientras el proceso esté en marcha, no se nos permitirá vernos, pero espero que después seamos grandes amigos. En cualquier caso, yo siempre te consideraré así, pienses tú lo que pienses de mí.
Con todo mi amor, Brenda
Un puñado de polvo.-Evelyn Waugh



Amberes.-Roberto Bolaño




Querida Lisa, hubo una vez que hablé contigo por teléfono más de una hora sin percibirme de que habías colgado. Fue desde el teléfono público de la calle Bucareli, en la esquina del Reloj Chino. Ahora estoy en un bar de la costa catalana, me duele la garganta y tengo poco dinero. La italiana dijo que regresaba a Milán a trabajar, aunque se cansara. No sé si citaba a Pavese o realmente no tenía ganas de volver.Creo que le pediré al enfermero del camping algún antibiótico. La escena se disgrega geométricamente.Aparece una playa solitaria a las ocho de la noche, altos cirros anaranjados; a lo lejos caminan, en dirección contraria al que observa, un grupo de cinco personas en fila india. El viento levanta una cortina de arena y los cubre.


Amberes.-Roberto Bolaño









Domingo de Junio



Atardecer de domingo de un mes de Junio.

Son las siete y media de la tarde. El calor ya no es tan sofocante como ha sido a lo largo del día de hoy. Me gusta sentarme a esta hora en el patio de mi casa. Hay silencio, solo se escucha a lo lejos a unos niños que juegan. Qué felices y despreocupados se les oye.

A esta hora la sombra va haciendose un hueco en el patio, observo como se apodera de la pared del fondo. Es una sombra que entra juguetona y alegre, invade parte de la pared del fondo.

Poco a poco se filtra por entre las plantas del jardín.

Hay una brisa suave que hace se mueva las hojas y ramas de las plantas más altas.

En momentos así nunca pongo música de fondo, el murmullo de la brisa entre las plantas es la mejor música en este momento. No puede existen notas que afinen más.

Escucho las plantas, creo que entre ellas hablan, se cuentan cosas.

Y desde mi sillón me pregunto, ellas ¿me escucharán a mí? ¿entenderán que deseo formar parte y partícipe de todo su encanto?

viernes, 12 de junio de 2009

Replanteamientos



Aunque no sea ninguna novedad, para mi sí lo es observar cómo nada se detiene.
Mirar ese ir y venir de acontecimientos que hasta hace unos momentos estaba segura de que permanecerían quietos y a mi lado.
Todo es transitorio, y mientras me doy cuenta de ello me invade una extraña sensación. La sensación de estar aprendiendo.
¿Peco de ilusa al sentir que día a día, minuto a minuto me voy conociendo un poco mejor a mi misma?¿Soy inconsciente si reconozco que al mismo tiempo de conocerme a mi misma intento comprender a los que me rodean?
El caso es que valoro a los que intentan ayudarme, ver como se comportan por mí.
Me sorprendo al darme cuenta de que soy yo misma quien condiciona mi realidad o la percepción que de ella tengo.
Y me pregunto si mis limitaciones me enriquecen o por el contrario cada dia que pasa me empobrece más y más emocionalmente hablando...
La manera en que me comporto con los demás los define a ellos?
¿Es de vital importancia el punto de vista que tengo respecto a lo que veo y recibo?

No estaría mal replantear ese punto de vista y tras realizar el replanteamiento pertinente intentar descubrir y saber el porqué.
Si estoy equivocada ¿puedo hacer algo más al respecto? Sea cual sea la respuesta supongo que es un sí. Siempre podemos hacer más y mejor, lo mismo que más y peor
Levanto la vista y miro hacia todas partes, pero sobre todo hacia adelante
Tomo aire y cierro la boca. Observo por la ventana abierta.
Intento respetar, y respetarme. Intento vivir.Debo sobrevivir. Me lo debo a mi misma.

miércoles, 10 de junio de 2009

Estado de vida





























De un tiempo a esta parte se sentía bastante desconvencida, intentaba a toda costa buscar el sentido y estado ideal, pero no lo encontraba

Abrió una maleta bastante grande, esparció por el salón todas su pertenencias, las tangibles y las no tangibles. Había mucho dónde escoger. Pero no le gustaba nada de lo que allí estaba depositado.

Fué a buscar otra maleta más pequeña y guardó solo dos cosas. Todo lo demás quedó esparcido por el salón, mezclado con el rayo de sol de mañana que entraba en ese momento por la ventana.
Cerró la puerta sin mirar atrás. La cerró dando dos vueltas a la cerradura. Se aseguró bien de que todo quedara encerrado para siempre, y tras asegurarse tiró la llave muy lejos, para no volver a verla jamás.

Y por última vez se hizo la misma pregunta. ¿Cual es el estado ideal que permita vivir la vida?
Y por fin obtuvo la respuesta. No hay ningún estado, todo es pura invención de escritores y poetas.

martes, 9 de junio de 2009

Otro patio



A mucha distancia, en el espacio y en el tiempo, hay otro patio, hoy sus puertas estan cerradas y tiene cierto aire de abandono, pero tuvo vida, vida y sensaciones en otro momento.

Un amanecer lo habitamos juntos, después de una noche pasada en la isla. Sentados bajo el emparrado, en un atardecer tibio de noviembre, mirábamos el mar, siempre presente en cada rincón, en el puerto, en las callejas empedradas que ascendían por la montaña, visto desde la terraza abierta del patio, en aquellos días lleno de macetas cargadas de plantas, flores y los últimos rayos de sol.

Se levantó una brisa fresca, tu te arrebujaste con la fina manta en la mecedora; yo arrime mi silla y te rodeé con mis brazos, tu te cobijaste apoyando la cabeza en mis hombros; pude oler tu aroma, notar tu estremecimiento, y ambos nos miramos. Sin una palabra, deseamos el beso, y tras un segundo jntamos las bocas. Fue un único beso, y en él nos unimos por siempre en las vidas, la real que vivimos y la que soñamos. Y el sol se ocultó por detrás de la isla.



Esta historia pudo haber ocurrido hace más de treinta años, puede ocurrir hoy mismo, o no suceder nunca, pero en todos los casos sonará de fondo una canción: End of the world de Aphrodite's Child.

lunes, 8 de junio de 2009

Nuestros besos




Es domingo por la tarde. He terminado de comer, la puerta del patio está abierta. Las ventanas de mi casa siempre permanecen abiertas, tanto de día como de noche.

Extiendo el toldo del patio justo hasta cubrir una parte de él, solo parcialmente, me gusta levantar la vista y ver cómo se mueven las hojas de los árboles, tengo la sensación de que ese balanceo es su forma de bailar, también me gusta ver el cielo. Hoy hace un poco de viento por eso cuando miro hacia arriba veo las nubes correr.

Me acomodo en la tumbona de color verde en posición bastante inclinada y cierro los ojos.

Hasta mi llega el sonido de el viento ahí arriba y el sol se entretiene en filtrarse por cada poro de mi rostro, me encanta esa sensación.

Oir el viento es una maravilla, es un susurro agradable y sensual que entra por mis oidos y se extiende por todo el cuerpo.Intento dormir un poco, pero mientras llega el sueño me sumergo en mis pensamientos y en décimas de segundos me encuentro a muchos kilómetros de mi casa.Inicio un viaje en el espacio y tiempo, me muevo de manera ágil.

Me propongo saltar y al mismo tiempo me pregunto hasta dónde será capaz de dar ese salto. ¿Qué tipo de impulso tomaré?Me dirigo hacia la nada con el fin de encontrarme contigo, no hace mucho de todo esto y sé que faltan cosas por llegar, pero a pesar de todo eso siento que ya habitas en mi.Mis ojos continuan cerrados y pienso en ti.

Mientras lo hago siento cómo mi cuerpo se transforma. La respiración hasta ahora pausada se agita. Mis labios laten de forma apresurada. Mi cuerpo reacciona . Tu imagen se hace presente, pienso en tu boca y pienso en tus besos.Besos del cuerpo, besos del alma.

Me dejo llevar en este paisaje de palabras, deseo que la prolongación de mi ser llegue hasta ti. Dejaré la puerta abierta para cuando llegues y si te asomas, antes de entrar verás luz , verás amor, verás deseo.

Si miras detenidamente te encontrarás con mi alma, puedes abrazarte a ella porque yo quiero abrazarme a ti, y quiero que los dos permanezcamos abrazados sumergidos en un paisaje propio en el que solo quepamos tu y yo.

Porque en estos momentos no necesito nada más.

viernes, 5 de junio de 2009

Atrapar el momento


























Espero que con esta carta entiendas algo más sobre mí.

Iré escribiendo letra a letra y cuando le encuentre sentido las uniré entre ellas como si estuviera encajando las piezas de un gran puzle.


Estoy convencida de que la vida se compone de momentos que solo nosotros eligimos la forma de vivirlos. Si dudamos se nos escapan. Los momentos no se detienen por muy mágicos que creamos que son en un momento determinado de nuestra vida, por mucho que deseemos compartirlos con la persona que nos atare.

En cuestión de milésimas de segundo desaparecen, nadie puede atraparlos, aunque desemos guardarlos y llevarlos siempre con nosotros. No es posible. Los momentos solo pueden vivirse y recordarse, jamás atraparlos.

Hoy me siento triste, con sensación de impotencia y vacío, también con un poco de enfado conmigo misma al no saber cómo atrapar el momento soñado.

Y mientras escribo me pregunto ¿cómo puedo describir fielmente el último momento no vivido, que pudo ser, y, que retengo en mi mente?Es malo cargar a la espalda situaciones que no aceptamos y así no ver la capacidad que tiene de dañarnos.

Dejamos escapar momentos, decidimos aplazarlos y dejarlo para más tarde, pero eso es imposible, una vez han pasado ya no vuelven ni se pueden vivirr de la misma forma, todo es irrecuperable.


Las preguntas que no respondimos quedan perdidas y suspendidas en el aire, en un limbo un espacio en blanco que jamás volverá a llenar nuestras vidas con ese momento que imaginabamos sería maravilloso y desosos por compartir con la persona que en ese momento nos acompaña.


Se que mi tristeza será momentánea y dentro de unas horas dejaré de sentir este abatimiento de ahora, todo sirve, todo es útil y la tristeza de ahora me ayuda a saber escucharme.

A veces creo que mi mente es como un pozo sin fondo, en ella se acumulan tantos pensamientos que quedo sin energía para poder razonar.

Me producen intoxicación pero al mismo tiempo y de la misma forma también adicción hacia ellos, así que no puedo separalos de mi mente y cuerpo.

Tomo conciencia de ello y comparo en qué grado me ayuda o destruye. Yo misma me sorprendo pero aún así no puedo cambiar mi manera de ser. Quizá ser de esta forma no me lleve a obtener un gran éxito personal.

Quizá no me lleve a tener un gran porvenir disfrutando, amando, compartiendo y al mismo tiempo siendo correpondida.

Quizás mi manera de pensar y actuar siguiendo las pautas que creo coherentes es lo que impide que sea feliz.

Quién sabe...pero soy así

lunes, 1 de junio de 2009

Añoranza


Estos días te he echado de menos, me ha dolido tu ausencia y no he logrado apartarte apenas de mi pensamiento. Con los olores de la tormenta al caer la tarde me ha llegado el aroma de tu pelo; sabes que siempre te he dicho que tiene un olor especial. Según la noche iba deslizándose sobre el valle, cubriendo todo con un velo de sombras bajo el que se difuminaba todo a mi alrededor, tu te ibas haciendo más perceptible, más nítida.

Sentía tu presencia, notaba tu cuerpo al lado del mío, la piel suavemente erizada por el aire nocturno. Percibía tu respiración, tu pecho agitado y por fin llegaba tu calma. Allí sentados juntos, sin mirarnos, sin hablar siquiera, nos dejamos envolver por la magia de la noche. Juntos disfrutamos de los mil ruidos del campo ya listo para cerrar sus ojos, a la espera del nuevo amanecer. No había nada que decir, simplemente sentir, y así lo hicimos.

La estación que lleva a...


Es tarde, corro pero llego tarde. Hace solo unos segundos que el tren ha partido. Quedo inmóvil, quieta al ver que no hay remedio, entonces me siento en un banco de la estación y me pregunto ¿porqué corro hacia un lugar al que no me apetece en absoluto ir?
Tras formularme a mi misma esta reflexión sonrio, abro el libro que llevo en las manos, respiro hondo, me siento en un banco. Cierro el libro, me levanto, subo las escaleras, continuo sonriendo y me alejo...