lunes, 25 de agosto de 2008

Javier.

[por Anjanuca]

Cuántas veces hemos cruzado nuestros caminos por las escaleras, cuántas veces me he acercado a ti sólo para pedirte los horarios, cuántas te he pedido los días de salida para ajustar el circuito, cuántas me has llamado para avisar de que el vuelo se cancelaba....

Hoy leo tu nombre en la prensa. Ya te han identificado y vuelves a casa. Y sigo leyendo y veo que tus padres son ese matrimonio tan agradable al que veo tan a menudo cuando entro en su bonita bombonería a comprar esas deliciosas castañas confitadas. Y sigo y me entero de que hace tan sólo un año que tenías este nuevo trabajo, que esta era en realidad tu ilusión. Ya no puedo seguir leyendo, las lágrimas emborronan las letras, las líneas se cruzan, no veo. No creo.

Me han llamado nuestros antiguos compañeros, están tristes, muy tristes. Me comentan que esta semana quieren reunirse para recordarte y me preguntan si quiero unirme a ellos.

Digo que sí, pero mi motivo no va a ser sólo recordarte sino pedirte perdón. Perdón porque mi vida ha estado cruzándose con la tuya durante dos años y no he sabido conocerte, perdón porque siento vergüenza de mi misma porque hoy he sabido más de ti que cuando la vida me dio la oportunidad.

Espero sepas perdonar mi desidia, yo te prometo hacer todo lo humanamente posible para no olvidar ni tu cara ni tu voz. Te lo debo.

4 comentarios:

  1. Es precioso, esta lleno de tristeza, de sentimiento, y muy bien escrito.
    Aunque en este caso dar la enhorabuena tiene un cierto sabor amargo...
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. He leido tu carta y todavía siento frio.
    Qué bien lo has descrito todo Anjanuca.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Coincido con Madi y Nelly. Es una carta preciosa por la calidad humana que destilan tus palabras, Anjanuca. Mi fé me lleva a pensar que las personas que quiero están siempre conmigo, siempre. Después de intentar comprender los distintos matices de cada fé, que son tantos como seres humanos hay en la historia, he buscado dentro de mí para hallar mi propia fé, la que me ayude a comprender. A través de ella siento a las personas que me faltan mucho más cerca cada dia, siento su calor y su alegría. Pienso que cuando se quiere de verdad a las personas, nada puede romper ese amor, ese respeto, esos vínculos. ¿Sabes?, creo que si puedes imaginar otros mundos es que existen. Están en algún lugar y momento de tu Vida. En mi mente guardo escenas de lugares maravillosos, con gente maravillosa y momentos de genuina belleza y en ellos están todas las personas de mi vida. En algún lugar de mi camino me encontraré con ellas y bailaremos al son de melodías brillantes y vibrantes. Hasta entonces, quiero seguir bailando y riendo con gente tan maravillosa como la que comparte sus momentos con todos nosotros en este Café y en otros locales no menos alegres y vitales. Sé que Javier no tiene nada que perdonar, que será feliz de escuchar tus palabras de respeto, amistad y cariño hacia él y de saber que fue una persona importante en tu vida.

    Un abrazo,
    Maverick
    ...

    ResponderEliminar
  4. Gracias Nelly, Madison, Maverick. Necesitaba un desahogo y, de hace un tiempo a esta parte, el café es el mejor sitio que conozco para encontrar quien me escuche sin tacharme de rara. De toda esta triste situación no es sólo la pena lo que me ronda estos días sino también algo que, a pesar de que ya lo he vivido, sigue confundiéndome mucho. Es curioso como cuando alguien se va, allegado o tan sólo conocido, los recuerdos vuelven de una manera tan nítida que parecen reales. Y se quedan para siempre. Probablemente no pensaba en esa persona desde hace tiempo, pero todo resurge y con fuerza. Es como si supiesen la pena que dejan y quisieran mitigarla dejando una parte suya para que nos cuide. Y esto me conforta mucho y a la vez me desoncierta un poco.

    ResponderEliminar