sábado, 31 de mayo de 2008

Carta VI

[por 1452]

Publicado inicialmente en AbreteLibro el 31-Marzo-2008

Sé que estás enamorada de ese hombre y no sabes cuánto lo lamento. Primero porque no puedes tenerlo a tu lado, segundo, porque en el fondo de tu corazón entiendes que quiere a otra y tercero, porque es tan evidente, que una vez tras otra te pones en evidencia.
Siempre tuve predilección porque los amores difíciles, al menos tuvieran un día de vida posible, así que aun sabiéndote desleal para conmigo, quisiera que consiguieras lo que desde hace tanto tiempo atrás ansías.
No depende más que de él, en su mano está; ni en las tuyas, aunque arrastren, ni en las de la otra, aunque empujen. Sólo en las suyas.
Y aunque yo no llegue a poder verte con la objetividad posible que requeriría este ejercicio, admito que algo bueno debes de tener cuando alguien tan cercano a mí, te considera digna de su tiempo.
Sí, sé que él duda y dos veces al día cambiaría todo lo que tiene por estar contigo, sin embargo, esas dos veces duran apenas unos minutos y el resto de las horas, sólo son para ella. Y que tú en cambio, tan sólo piensas dos veces al día en olvidarlo y el resto de las horas son para él por entero.
No eres mi amiga, no eres mi enemiga y ya tampoco serás, una persona de tantas otras, que sin tener un lugar especial en mi corazón, tienen mi aprecio, sin embargo, quiero para ti lo que querría para cualquiera, incluida yo misma: justicia.
Si tiene que ser tuyo, que sea, si tiene que ser de la otra, que sea...y si no llega a ser ni de ti, ni de ella, tampoco llegará a ser nunca de él.
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